sábado, 26 de diciembre de 2015

Rojos labios de mujer







   Creo que la última vez que salí de casa sin un labial rojo fue en una emergencia, llevando mi gato al veterinario en el medio de la noche. Lo uso todos los días porque me gusta mantener un grado de elegancia, de decoro, de buen nivel.

Dita Von Teese


   Cien años atrás, en 1915, el estadounidense Maurice Levy patentó un curioso dispositivo que unía una barra cilíndrica a un receptáculo que se deslizaba y lo colocó dentro de un tubo de metal con tapa. En ese formato, la barra podía deslizarse a medida que se iba gastando. La barra en cuestión era el prototipo del lápiz labial y así fue como el invento de Levy terminó revolucionando la cosmética y también la sexualidad. La imagen sensual de la chica que saca el rouge de su cartera para retocarse con un gracioso movimiento de muñeca y termina lanzando con sus rojos labios un mohín mimoso a sus absortos adoradores se ha vuelto un fetiche de nuestra cultura. Es que el rouge y el falo se parecen demasiado.





   La fascinación por los labios femeninos pintados existe desde siempre. Las primeras mujeres con bocas rojas que tengamos registro eran las de la antigua Mesopotamia. Entre las leyendas que rodean a Cleopatra, se dice que mandaba machacar escarabajos rojos para lograr ese tono irresistible que tan caro le costaría a Julio César y a Marco Antonio. En la antigua Grecia, el uso del rojo labial y del maquillaje en general estaba reservados para las prostitutas. Todavía hoy nos resuena la frase ésa va siempre pintada como una puta cuando la dama en cuestión se pasea luciendo maquillajes osados con o sin intenciones sexuales. En la Europa de los siglos posteriores, la polémica continuó. En 1770, el Parlamento británico votó una ley que le permitía a un hombre la anulación de su casamiento si demostraba que la mujer lo había seducido usando maquillaje. Madame Pompadour, María Antonieta y las cortesanas francesas fueron las más refinadas maestras en el arte de maquillarse para seducir. Fue en Francia donde se creó la primera barra labial moderna cuando en 1883 dos perfumistas decidieron mezclar el color rojo con grasa de venado envuelto en un delgado papiro de seda. Años después, Guerlain comenzó a producir barras de labios en forma industrial y las mujeres comenzaron a plantarse firmes ante los prejuicios aunque la sociedad francesa continuaba asociando al maquillaje con las demimondaines, las damas de compañía que se paseaban en carrozas por la París de la belle époque o actuaban en los cabarets. 
   
   En el año 1910, Elizabeth Arden hizo su aparición en el escenario de la belleza cuando el concepto puritano contra el maquillaje estaba comenzando a ceder. Para Elizabeth, el rojo representaba una audaz afirmación de la belleza destinada a llamar la atención hacia el naciente poder de la femineidad. A principios del siglo XX, muchas sufragistas estadounidenses llevaban el lápiz de labios rojo como símbolo de independencia y desafío femenino en su afán de escapar de las actitudes victorianas de la época. Gracias a Miss Arden, el rouge contribuyó a que las mujeres de todo el mundo se sintieran hermosas, femeninas y a la vez, revolucionarias. Hoy, tras más de cien años de innovación en belleza, Elizabeth Arden continúa vendiendo una edición limitada de su emblemático lápiz de labios rojo transformado con los años en un exquisito símbolo de fuerza y femineidad. 




   El cine favoreció enormemente el uso del color en la boca. Cada tono de labial se anunciaba a través de la imagen de una estrella de la pantalla. Los labios de vampiresa que caracterizaban a las villanas eran imitados por millones de mujeres. En los Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial, la partida masiva de soldados al frente obligó a sus hermanas, madres y esposas a calzarse overoles para trabajar en las fábricas. Sin embargo, las ventas de labiales continuaron firmes. Las mujeres podían ocultar sus curvas bajo uniformes masculinos pero jamás resignarían el placer de pintarse los labios para sentirse femeninas. El rouge fue su resistencia.

   Con la posguerra y el baby boom de los años cincuenta, a Occidente le llegó un tiempo más adecuado para romances y placeres. Llegaron los años dorados de la femineidad y la seducción, cuando los labios de las divas como Marilyn Monroe y Elizabeth Taylor incendiaban con su roja lujuria pantallas e imaginaciones por igual. Marilyn dijo una vez: Cuando me quiero sentir arreglada sin esfuerzo me pongo unas gafas negras y me pinto los labios rojos. En 1949, Rimmel crea una paleta de colores para labios, que incluye un espejo y un pequeño cepillo. Un año después Revlon lanza Fire &  Ice, su primer labial que aún sigue a la venta y en 1953 llega el célebre rojo de Dior que hoy se ha desarrollado en más de mil quinientas tonalidades diferentes. En los años sesenta se ponen de moda los tonos rosas perlados; Max Factor lanza el Strawberry Meringue, el merengue fresa, que goza de gran popularidad. Los besos y las fellatios empiezan a saborizarse. En los setenta, Serge Lutens da la nota discordante con el rojo histórico promoviendo profundos tonos violetas y malvas. Comenzaba en el maquillaje una nueva tendencia; el amor por el colorido que explotaría de la mano del glamour de la música disco, llenando labios y párpados con atrevidas tonalidades.






   Lo que sigue es contemporáneo. Lejos de lo que predican algunas estropeadas pseudofeministas, pintarse los labios no es una imposición de una cultura machista que degrada a la mujer sino que fue y sigue siendo uno de nuestros máximos símbolos de poder. Toda mujer recuerda sus primeras aventuras con el labial de mamá o de las hermanas mayores; toda chica cross recuerda la primera vez en que se atrevió a mirarse al espejo con los labios pintados, insinuando un seductor gesto femenino. Si lo que viste reflejado te atrapó, ya no hay retorno. Mi columna El sagrado ritual de maquillarse de febrero de 2014 revive una de mis primeras experiencias adolescentes entre rouge y pinceles, bien aconsejada por chicas mayores. Me gustaría que me cuentes cual fue la tuya.

   Es obvio que fue un hombre el que inventó un artilugio tan útil y práctico para que las mujeres se vean bellas, fue el comentario de cheshirecat, mi incorregible esclavo - marido, cuando le hablé del centenario del invento de Maurice Levy y le mostré esta columna para que él me la edite. Quiero cerrar este año 2015, tan fascinante para mi Magazine y para Mí, recordando los primeros cien años de la siempre actual e innovadora obra de Maurice. Sólo me permito agregar para el final una exhortación a todas mis lectoras. Porqué no revivir la tradición de pintarte los labios de rojo fuego o de un malva sensual para sentirte bella y seductora al brindar por este nuevo año que ya se inicia? 




Feliz 2016 Sádico Sensual y Femenino.
  

viernes, 18 de diciembre de 2015

Videoteca. Heroínas Femdom. Star Wars Fetish.


   Las películas y series de ciencia ficción son un paraíso escondido repleto de maravillosas visiones para la mirada fetichista.  A diferencia de sus coequipers masculinos que siempre iban vestidos con sobrios uniformes que los mostraban seriamente comprometidos en sus misiones, las chicas que viajaban hacia las estrellas lucían el más colorido y exagerado sex appeal en botas, faldas cortas, catsuits, melenas y guantes mientras se paseaban seductoramente a través de puertas hexagonales, botoneras futuristas, comandos de aterrizaje y planetas desconocidos.



Dorothy
  

Jane


   Subiéndome a la ola de la nueva película El despertar de la Fuerza de la interminable saga conocida aquí como La Guerra de las Galaxias, hoy presento mi homenaje a las más sexies tripulantes de naves espaciales que desparramaron la femenina sensualidad fetish por todo el Cosmos. Heroínas Femdom. Star Wars Fetish.


Puesto 10. Jane Fonda. Barbarella de Barbarella.


Jane - Barbarella es la Número 1 de un top ten anterior Heroínas Femdom. Los comics.  El personaje original fue creado por el francés Jean Claude Forest, quien en 1962 dibujó una historieta que trataba sobre las aventuras de una joven y sexy heroína que viajaba por el espacio para cumplir con una secreta misión de rescate. La historia original estaba inspirada  en Brigitte Bardot, quien era la chica de moda por aquel entonces. Desde los títulos del film, que exhiben a Jane Fonda desnudándose en gravedad cero, todo en Barbarella es sexo pero siempre presentado con un alto grado de sofisticación, humor y fetichismo. 





Puesto 9. Gabriella Drake. Teniente Gay Ellis de UFO.

Su look de peluca violeta y ojos maquillados combinados con su cortísima minifalda y botas plateadas (toda una discípula de Mary Quant) excitó las pantallas inglesas durante 1970 cuando la teniente Ellis tenía la misión de comandar una base lunar que conformaba la línea avanzada de defensa de la Tierra frente a una invasión extraterrestre. Nacida en Lahore en 1944 en los tiempos en que la India y Pakistán eran colonias británicas, Gabrielle fue una reconocida actriz de teatro londinense que siempre será recordada por su papel en UFO y en otras series de televisión británicas de los sesenta como The avengers  o The Saint 






Puesto 8. Nichelle Nichols. Teniente Uhura de Star Trek.

Con un pasado como cantante de jazz (llegó a poner su voz al servicio de grandes orquestas como las de Lionel Hampton y Duke Ellington), Nichelle fue una de las primeras mujeres negras con un rol protagónico en la televisión de los Estados Unidos. El propio Martin Luther King se refirió a ella como una inspiración para todas las niñas negras de su país. En un célebre capítulo de 1968, el bueno del capitán Kirk se da el lujo de besarla; ese fue el primer beso interracial en una serie de TV norteamericana y desató toda clase de controversias, especialmente en el sur del país. Envidiemos la suerte del capitán disfrutando a la diosa de ébano en esta escena en donde despliega toda su seducción y poder Femdom con su top rojo, botas altas negras y un serpenteante brazalete.



 
  

Puesto 7. Jane Badler. Diana de V Invasión Extraterrestre.

Una avanzada extraterrestre aterriza en el planeta Tierra con una actitud aparentemente amigable. Tienen aspecto humano pero en realidad los Visitantes son aliens que devoran seres vivos y sus reales intenciones son apoderarse del planeta para utilizarlo como fuente de agua y alimentos, esclavizando a todos sus habitantes. Diana es su líder, una clásica belleza de los años ochenta, tan hermosa como siniestra. Su papel en esta serie vistiendo futuristas catsuits rojos, el movimiento de su sexy melena enrulada con frizz y el brillo sádico de su perversa mirada la han elevado al Olimpo de las diosas de culto para los fans de la ciencia ficción. 






Puesto 6. Dorothy Stratten. Galaxina de Galaxina.

El Infinity es una de las tantas naves que patrulla el espacio como parte de la Policía Espacial Intergaláctica del año 3008. Una belleza rubia que no es humana, el androide Galaxina, excita y seduce a todos los tripulantes con su sexy traje de mucama francesa. Con el transcurrir de las aventuras, ella termina al mando de la nave y controlando la misión al mismo tiempo que gana caracteres humanos que la vuelven cada vez más erótica y provocadora. Galaxina, con su aire inocente, su rol de french maid sumisa, su melena dorada con labios rojos y el catsuit blanco de espalda descubierta que luce cuando asume el mando, es una inolvidable fuente de inspiración para las sissies y las travestis de todos los tiempos. Tanto glamour y tanta hermosura ocultan una trágica historia. Dorothy Stratten fue Playmate en agosto de 1979 y trabajaba en el Playboy Club de Los Angeles. Hugh Hefner se interesó por ella y la alentó a continuar su carrera como actriz al mismo tiempo que intentaba convencerla de que se alejara de un matón con el cual ella estaba relacionada, quien finalmente la asesinaría en agosto de 1980. Dorothy tenía sólo veinte años.





Puesto 5. Sybil Danning. Saint Exmin de Battle beyond the stars.

Otro film bizarro de los años ochenta y otra diosa inolvidable de su época, en películas de ficción y en los llamados films de clase B. En ésta, Sybil es la jefa de las Guerreras Valkirias y como en todas sus películas, luce su físico imponente con las tetas bien marcadas y la larguísima melena enrulada. Sybil suele ir armada y su comportamiento es deliciosamente cruel y despiadado; una chica de armas tomar, en este planeta o en cualquier otro.






Puesto 4. Erin Gray. Wilma Deering de Buck Rogers.

Una coronel mujer en una serie de ciencia ficción no era algo común en la televisión de los años setenta. Erin Gray, con un exitoso pasado en el modelaje, fue convocada en 1978 para la serie Buck Rogers y fue para siempre la coronel Wilma Deering ajustadísima en sus catsuits de spandex. 








Puesto 3. Farrah Fawcett. Alex de Saturn 3.

El primer escalón en el podio de las tres más sexies de mis diez diosas galácticas es para el Angel Guardián de las Rubias Doradas. Saturn 3 fue el primer (y fracasado) proyecto de Farrah una vez alejada de Los Angeles de Charlie. La bella Alex es la secretaria - asistente de Adam (Kirk Douglas) en una lejana luna de Saturno en donde se encuentran participando de una misión científica. Parece que la misión era un poco aburrida y en una noche de tantas, decidieron entretenerse con un juego sexy. Good Morning Angel!



  


Puesto 2. Raquel Welch. Capitán Nirvana de Mork y Mindy.

La segunda posición del podio es para Raquel Welch, otra gran diva de los gloriosos Setenta. En este episodio de Mork y Mindy de 1979, la Capitán Nirvana, junto a sus ayudantes, Kama y Sutra, son las jefas de los Necrotones que han invadido la Tierra. Capturan a Mindy e interrogan a Mork buscando información sobre nuestro planeta. Una inocente sitcom para toda la familia, trastornada de pronto por la aparición fulgurante de las botas thighhigs plateadas de Raquel, las más sexies que jamás se hayan visto en la toda historia de la TV.





Puesto 1. Ornella Muti. Princesa Aura de Flash Gordon.

A pesar de llevar la música de Queen como fuerte golpe de marketing para 1981, Flash Gordon será siempre recordada por el fracaso estrepitoso en la taquilla y los comentarios. Ni hablar del pobre Sam Jones, inevitablemente destinado a ser considerado en todas las encuestas como uno de los peores actores de todos los tiempos. Pero como este blog no es para expertos en cine ni me importa demasiado el éxito o el fracaso de una película, mi Star Wars Fetish número Uno es la bella Ornella Muti, en su debut en el cine norteamericano como la princesa Aura, la hija del malvado emperador Ming, con su fabuloso traje rojo y sus ojos verdes tan gatunos, provocando sexualmente al pobre Flash que se resiste como puede a tanta seducción. Arrivederci, Ornella!







Farrah

sábado, 12 de diciembre de 2015

Reinas del porno de los años ochenta

  

   The Golden Age of Porn. El dorado rótulo que acompaña a las divas del porno norteamericano que hicieron historia entre 1980 y 1990. Se las conoce como las second wave stars, las estrellas de la segunda ola, porque son las que siguieron los pasos de las grandes actrices de los '70 como Linda Lovelace, Georgina Spelvin, Vanessa del Río, Marilyn Chambers o Seka que fueron las pioneras de la first wave que debieron moverse entre la semiclandestinidad y la oscuridad de los cines para adultos. Para sus sucesoras, la historia fue muy diferente. Las chicas de la second wave tomaron el mundo por asalto incendiando con ardientes fantasías de sexo a millones de dormitorios gracias al boom comercial de la video hogareña. A ellas les corresponde también el mérito no siempre reconocido de haber promocionado con naturalidad y encanto las delicias del sexo entre mujeres con sus sonrisas de seducción, caricias, besos y orgasmos. Enarbolando sus adorables looks ochentosos como bandera, estas chicas fueron las verdaderas revolucionarias sexuales de su época.  En mi último calendario del 2015, vaya este merecido homenaje a las reinas del porno de los años ochenta. Feliz 2016 para todas las mujeres Sádicas Sensuales y Femeninas y para nuestros fieles adoradores!




Enero. Gloria Leonard

   Mi primer mes tenía que ser sí o sí un homenaje a la Leonard, un mito del porno mundial. Gloria filmó entre los años 1974 y 1984 pero más que por sus películas, ganó fama por su militancia en causas femeninas, en la lucha por los derechos de la mujer a disponer con libertad de su cuerpo y por sus agrias polémicas con el establishment feminista norteamericano, expresado por organizaciones moralistas como la Women against pornography. Fue durante años editora de la revista erótica High Society y una precursora de la industria del phone sex, a la que aportó su enorme fama y su voz sensual. Falleció en el 2014 a los setenta y tres años.




Febrero. Nina Hartley

   La carrera de Nina Hartley se inició en 1984 y todavía no ha concluido. Nina continúa activa como directora de films eróticos, consejera sexual y luchadora por los derechos de la mujer y la difusión de la libre sexualidad femenina. Su primera película fue directamente un protagónico que llevaba su nombre, Educating Nina. En los últimos quince años ha participado en films de temática BDSM, en algunos films convencionales y en films porno interpretándose a sí misma con humor y carisma. Bisexual declarada, vivió 20 años en una relación menage a trois MHM con su marido legal y su novia. 





Marzo. Sharon Mitchell

   Una rara avis entre las divas de los años ochenta. Delgada, de tetas chicas, pelo corto y aspecto andrógino, Sharon Mitchell supo despertar toda clase de fantasías transexuales alimentadas por una expresividad única durante las escenas de sexo oral que la catapultaron a la fama como la reina de la fellatio y la viciosa del sexo por excelencia pero que también la arrastraron a toda clase de excesos. A Sharon le gustaba demasiado su propio personaje, le costaba decir que no y así fue como apareció en más de seiscientas películas entre 1982 y 1985. Durante esos años de filmación constante y orgías entre rodajes, se volvió adicta a las drogas y contrajo numerosas enfermedades de transmisión sexual. Tras su recuperación, continuó en el porno como directora al mismo tiempo que estudiaba sexología y así fue como obtuvo un PhD en la materia. Fue la fundadora de la Adult Industry Medical Health Care Foundation en 1998 con el fin de  proteger la salud de los actores y actrices del cine para adultos.




Abril. Amber Lynn

   La típica rubia californiana. Amber llegó al porno a los veinte años en 1984, después de una movida adolescencia en clubes nocturnos y modelaje para Hustler y Penthouse. Su amiga Ginger Lynn la introdujo en el circuito y le prestó el apellido; durante años ambas hicieron circular el rumor de que eran hermanas. Los pasiones que supieron despertarle sus lindas compañeras de rodaje llegaron mucho más lejos que las pantallas de video; Amber tuvo en su vida íntima una larga relación amorosa con Tracey Adams, con quien compartió durante años los escenarios de los más selectos clubes nocturnos de Los Angeles deleitando a sus admiradores con exquisitos shows eróticos.




Mayo. Erica Boyer

   Otra bomba sensual que se hizo famosa por sus calientes escenas lésbicas. Erica Boyer comenzó a filmar porno a fines de los años setenta recomendada por su amiga Marilyn Chambers que era por entonces la gran diva del género gracias a su éxito Behind the green door y se destacó desde el inicio de su carrera por su estilo dominante y la pasión con que vivía las escenas de sexo con sus compañeras de filmación. En 1985 recibió un premio especial de la industria del porno; en los XRCO Awards fue galardonada por protagonizar la mejor Lascivious Lesbian Scene en la historia de esos premios. 




Junio.Traci Lords

   En 1986, Traci era The Princess of Porn y estaba en la cúspide de su fama. Su aspecto perversamente aniñado y los orgasmos explosivos que protagonizaba entre gritos y llantos la convirtieron en la número uno indiscutida. En ese año, una investigación reveló que acababa de cumplir dieciocho años y por lo tanto había protagonizado su meteórica carrera siendo menor de edad. Sus películas fueron retiradas de todos los videoclubes en Estados Unidos; productores, directores, actores y actrices debieron atestiguar ante jueces y fiscales sobre las condiciones en que se filmaba en la industria del porno y las pérdidas para el negocio resultaron millonarias. A partir de allí, con la publicidad que siempre otorga el gran escándalo, Traci inició una lucrativa carrera como actriz convencional, cantante y participante en jurados y talk shows.





Julio. Jeanna Fine

  Jeanna Fine era la ardiente y fogosa rubia de corte punk que salió sorpresivamente de escena a mediados de los ochenta para retornar años después como una sexy morocha de elegante estilo y continuar filmando hasta 1995 cuando se despidió definitivamente con Latex, un film fetichista. Reconocida por todos sus partenaires como una maestra en el arte de la fellatio, Jeanna mantuvo fuera del set una tormentosa y explosiva relación amorosa con la bella rubia Savannah a la que finalmente terminó abandonando a causa de su conflictiva personalidad. 




Agosto. Barbara Dare


   La slutty girl por excelencia, la clase de chica que no necesitaba actuar porque simplemente hacía frente a las cámaras lo que más le gustaba y lo que mejor sabía hacer. Protagonista de calientes noches de sexo y gangbangs en el famoso swinger club neoyorquino Plato's Retreat, donde fue premiada por sus hazañas en 1985 con el título de Miss Plato, Barbara saltó sin escalas del swinger al estrellato del porno siendo la primera actriz en firmar un contrato de exclusividad con una compañia de films para adultos por ciento cincuenta mil dólares a cambio de diez películas anuales.




Septiembre. Ginger Lynn

   Ella era la bella muñeca de celestes ojos, el estereotipo perfecto de la rubia angelical que toda madre querría por nuera pero con la capacidad de transformarse en pocos segundos en una bestia sedienta de sexo y experta en excitar a sus amantes con su dirty talking del cual fue una pionera en el género. Ginger llegó al porno en 1983 y filmó sesenta y nueve películas en tres años para retirarse en 1986. Logró pasar al cine convencional pero sólo protagonizó éxitos menores en películas clase B.




Octubre. Tracey Adams

   De ella se decía que tenía los ojos verdes más hermosos pero casi nadie lo notaba porque era imposible dejar de mirar su escote. Sus grandes tetas naturales siempre fueron su marca registrada y Tracey supo lucirlas a lo largo de una extensa y cuidada carrera. En su vida privada, se entregó sin traumas ni culpas a los deleites de Safo en los brazos de la sexy rubia Amber Lynn mientras filmaba con interrupciones más de trescientas películas entre 1983 y 1999. Dedicó sus últimos años como actriz al sofisticado mundo del porno francés donde compartió rodajes y noches de placer con las más bellas y selectas actrices parisinas. Una reina.


Noviembre. Shauna Grant


   Modelo de Hustler y Penthouse, Shauna Grant se inició en el porno en 1982. Bella y fogosa, parecía que el mundo del cine sexual sería suyo pero rápidamente perdió las riendas de su vida afectiva. Adicta a la cocaína, se enredó sentimentalmente con un traficante, el descontrol que la rodeaba la llevó a contagiarse enfermedades de transmisión sexual y hasta debió someterse a un aborto. En 1984, en medio de una crisis depresiva, se suicidó disparándose en la cabezaSu triste historia la convirtió en mito y alimentó por décadas el morbo de la actriz porno que lleva una vida llena de excesos y que siempre termina mal.




Diciembre. Christy Canyon

   Mis recuerdos favoritos? Todos! Gran parte de mis primeras experiencias sexuales fueron directamente en mis películas. Experiencias como chica con chica, tríos, orgías, gang bang, interraciales  y la lista sigue. Así que en cada momento fui afortunada de poder probar algo nuevo en cuanto al sexo. Amo el porno de mi época aunque creo que cambió para mejor porque ahora es legal. Creo que estuvimos coqueteando con romper las leyes cuando empezamos pero para mí eso lo hacía más divertido. Me encantaba también lo unidas que éramos, la época en la que había entre nosotras casi un sentimiento de familia. Ahora es todo tan grande! Lo que me gusta de ahora es la variedad de las actrices, nosotras nunca tuvimos tal divertida elección de chicas para trabajar. Y hay tantos estilos diferentes para elegir! Ninguna es especial porque si están cogiendo en un film, son todas especiales. Una no es más especial que las otras. Aunque sí admiro a las chicas que pueden meterse dos vergas en el culo al mismo tiempo. Eso sí que me impresiona.  

   Christy Canyon debutó en 1986 junto a Ginger Lynn y Traci Lords cumpliendo roles menores pero ganó muy pronto fama y roles protagónicos. Dotada de una rara y exótica belleza gracias a su mezcla de sangre armenia y anglosajona, Christy filmó con algunas interrupciones hasta 1997 y a partir de su retiro, supo volcar su experiencia sexual en programas de radio y televisión, además de editar una autobiografía con sus mejores anécdotas titulada Light, camera, sex.
  

sábado, 5 de diciembre de 2015

No existe un dios BDSM







   El stress constante generado por la bajada de línea desde posiciones moral e intelectualmente superiores ha dominado el despertar del BDSM en este olvidado rincón del planeta. Ha aplastado valiosos testimonios de vida y ha impedido el flujo de debates, aportes y preguntas frecuentes en temas que tienen mucho que ver con la dominación - sumisión cotidiana y real. Nos ha quitado la frescura y la picardía del sexo para reemplazarlas por la pesadez de los oráculos y los mentores místicos. A esta altura ya no puedo negarlos, evidentemente si existen es porque reflejan la necesidad de muchas mujeres en creer en un dios BDSM. La existencia de la categoría devota, que algunas señoritas y señoras portan orgullosas reflejando que tipo de relación sostienen con su idolatrado master, me ahorra de mayores comentarios.

   Me fascina que las nuevas generaciones se inclinen por juegos sexuales de dominación y sumisión. Llevar adelante este blog desde la exigencia y la constancia editora, me hace tirar una botella al mar en cada columna con la esperanza de que del otro lado haya alguien que se interese en la búsqueda de una sexualidad más libre y placentera. Sé que me enfrento a personas que se han entrometido en sitios web y reuniones BDSM desde la ignorancia y la necesidad de obtener notoriedad y que han terminado estresando cualquier posibilidad de diálogo excepto para su cofradía de amigotes y para sus devotas, las mismas que buscan a ciegas una salida a sus deprimidas vidas de estropeadas de la mano de un dios del BDSM.

   El plantar una bandera y empezar a juntar firmas en nombre de la comunidad a la que se pretende liderar trae consigo la necesidad de crear dogmas. Los dogmas son los textos en donde los feligreses del Nuevo Cielo pueden encontrar la verdad del dios al cual siguen. Y ahí entra en acción el copypasteado de textos en donde algún Moisés de cotillón cree aportar a sus seguidores los Diez Mandamientos del Buen Dominante, Los Veinte Pasos para Ser Sumisa y tantos otros textos parecidos. Teorizaciones, abstracciones, cursilería de obvia y a la vez ambigua comprensión. Aburridísimo. Ni siquiera aquellos que los reparten por todo Internet cual volante callejero se los creen. 

   La dominación erótica en la vida real es un camino sin retorno pero para andar ese camino hay que comenzar por la decisión de caminar, no de leerse los manuales, contratos, alfabetos y jeroglíficos propios de los oráculos que infectan los senderos. Caminar el BDSM es una experiencia crudamente personal. Hay que incursionar en una sesión, asumir tu poder dominante o dejarte someter para saber si te va o no este juego. Si descubrís que sí te va, lo mejor es que empieces a cuidarte de la contaminación ajena. Nuestros maestros no son los místicos y sus devotas; son los que nos inspiran desde la fantasía, la belleza y la exaltación de las artes hedonistas; no por casualidad son los que jamás han sucumbido al paso del tiempo. Don Leopoldo y el Marqués no son obedecidos literalmente; son poesía para involucrarnos con el sexo desde la lujuria y la sensualidad. Ellos dos marcan la ruta y la iluminan junto a los maestros del shibari y el bondage, la tradición del sissismo, la azotadora cruel, todos los fetiches que puedas imaginar, los leather gays, las negras y brillantes vestimentas de las vampiresas, el marido cornudo y su dama de las botas, Bettie y Justine, Wanda y Mme. Saint Ange. Todas y cada una en este fascinante cúmulo de tradiciones, leyendas y fantasías no son otra cosa que un punto de partida que te estimula a desandar tu propio camino.

   La sexualidad siempre es un sublime logro humano individual. Yo apuesto a que tu vida sexual sea el resultado de lo que hayas hecho y de lo que hayas rechazado; no la consecuencia de haber seguido una falsa teología de pastores de ovejas consensuadoras e inseguras. Te lo repito: no existe un dios BDSM. 
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