jueves, 22 de marzo de 2018

Videoteca. Guantes largos on stage



Madonna by Gaultier





   Los guantes largos operagloves están entre mis fetiches favoritos y me he propuesto llegar en algún momento a tener posteados en mi blog cien videos de actrices, cantantes, modelos o celebrities vistiendo esta prenda única que siempre nos recuerda los dorados tiempos en que reinaban supremos en los brazos de las mujeres más elegantes del mundo. 

   Hasta hoy, lo que te puedo mostrar en mi blog son cuatro colecciones de guantes largos

y el Homenaje a las Diosas, dedicada a las imitadoras que recrean famosas escenas protagonizadas por las Divas Clásicas.

   La lista de hoy, la quinta, es la más actual de todas hasta el momento y está dedicada a actrices y cantantes que llevan guantes largos en vivo, en escenarios o caminando alfombras rojas. Con este nuevo topten, mi colección dedicada a los guantes largos ya llega a los cincuenta videos. Estoy a la mitad del recorrido que me propuse. Guantes largos on stage .  



Cassandra Cass



Puesto 10. Shania Twain. Man, I feel like a woman.

Un clásico himno al crossdressing que las sissies de todo el mundo adoran cantar. Shania lo interpreta en vivo en este show vestida igual que en el video original: galera, capa, botas altas y guantes largos con detalles de flecos (muy sexy!). 






Puesto 9. Jennifer Lopez. Booty. Live at Fashion Rocks 2014. 

Big booty, big big booty. Todo el show de Jennifer hace referencia a su pomposo trasero latino pero yo hoy la homenajeo por sus largos guantes negros.






Puesto 8. Natalia Oreiro. 

En una presentación de Natalia Oreiro en la alfombra roja para los premios Martin Fierro, ella luce un vestido blanco de John Galliano adornado con operagloves negros y un peinado al mejor estilo Rita Hayworth. Por supuesto, toda la mediocridad femenina argenta hizo fila en los programas de chismes para criticarla por su look, supuestamente pasado de moda. Idiotas!






Puesto 7. Lady Gaga. Pokerface 

La Lady Gaga rubia extravagante de sus primeros tiempos, la que más me gusta, se calza maillot, boina y guantes largos negros para cantar uno de sus clásicos dance. Ojalá que vuelva pronto porque el mundo la necesita.




Puesto 6. Cassandra Cass.

Cassandra Cass es una actriz transexual famosa en California por sus performances, sus shows cosplayer y también por sus grandes tetas. Saltó a la consideración mediática cuando se supo que había pagado doscientos mil dólares en cirugías para cumplir su sueño de parecerse lo más posible a Jessica Rabbit. Le gusta lookearse con todos los brillos y los excesos posibles para aparecer en alfombras rojas, como en ésta en Hollywood; donde acompaña a sus operagloves negros con clutch, pulseras, un ajustadísimo vestido sirena en tonos dorados y un peinado que nos recuerda a los años de gloria de la rubia Verónica Lake. Cassandra es para disfrutarla sin culpas y servirse de ella sin moderación.





Puesto 5. Naomí Campbell The face.

El reality show de Naomí, donde enseña a jóvenes modelos todos los trucos del oficio. En este breve ensayo, entrena a dos de sus candidatas. Me imagino lo que debe ser tenerla a Naomí de teacher con ese minivestido más guantes largos y cinturón de cuero.






Puesto 4. Rihanna. Rehab.

Puede ser en este Live American Awards o en cualquier otro lugar en cualquier fecha. Cada vez que Rihanna aparece en un escenario, el fetiche está garantizado. En este caso, guantes de cuero con hilera de tachas. 





Puesto 3.  Dita Von Teese. Jean Paul Gaultier.

Dicen que las modelos de pasarela deben ser sí o sí jóvenes y altas. A las que así piensan, habría que mostrarles este video de Dita modelando con guantes largos y corsette mariposa, una obra de arte de Jean Paul Gaultier. El momento en que Jean Paul corre por la pasarela para alcanzarla y besarla, extasiado, es un momento top en la historia de las moda mundial. 






Puesto 2. Jerry Hall y Eva Herzigova. Thierry Mugler.

En 1997, Thierry Mugler estaba en lo más alto de la fama mundial como diseñador fetichista y los guantes largos eran un must en sus desfiles que rebosaban glamour y fantasía. Eva Herzigova llega primero y luego  Jerry Hall aparece enguantada con su larga melena rubia y un ajustado traje de sirena. 






Puesto 1. Madonna. Vogue. MDNA.

Siempre me preguntan porqué suelo poner a Madonna al tope de mis topten de videos. Y porqué no?, suelo responder. En el 2012, Vogue era el punto más alto del show MDNA y la coreografía recuperaba el sentido del vogueing como danza erótica gay y femenina al mismo tiempo. Un corsette desmontable de Gaultier, guantes largos negros y una camisa blanca con corbata negra le dan un toque andrógino a la diva que se pasea por el escenario con sus coristas mientras canta su homenaje a las grandes divas del Hollywood de los guantes largos.






Jerry Hall, imponente



Dita Von Teese by Gaultier




Natalia Oreiro by Galliano



miércoles, 14 de marzo de 2018

Las alumnas de la Escuela Sissy. Dulciny





   Le pinté los ojos con un maquillaje brillante de color plata y le di pinceladas en color rosa, con brillos de fiesta. Delineé bajo sus largas pestañas postizas ya recargadas de rimmel una raya de negro bien prostibularia. Luego rodeé sus labios rosados con un lapiz oscurito para hacer contraste y una vez bien maquillada en plan prostiputa, la puse frente al espejo para que se viera. Se quedó muda. Nunca se había visto tan provocativa. Probó poses, se sacudió la melena, ensayó gestos con las manos haciendo tintinear las pulseras, se rió con una risita nerviosa... y llegó el momento de la verdad. Hasta ese momento todo había sido un juego entre nosotras. La miré con cierta severidad y le dije nena, espero que no me defraudes. Adentro de esa habitación, te van a coger y vas a ser puta para mí. Dulciny me miró con algo de temor pero sonrió.

   Entré a la habitación siguiendo su contoneo de caderas, me senté con ella en la cama, la besé suavemente en la mejilla y le prometí que la esperaría en el living. Volví a explicarle que para su debut, era fundamental que no se mostrara como una sissy novata; por eso había elegido vestirla y pintarrajearla como a una cabaretera. Si el hábito hace el monje, el maquillaje hace a la puta. Un poco nerviosa pero no tanto como ella, encendí las luces rojas y esperé que el chongo citado previamente llegara.

   Yo sabía que su primer cliente no iba a ser un chico lindo. No tenía porqué ser atenta ni considerada con mi pupila. Una famosa vedette argentina contó una vez que para poder cumplir su fantasía de ser prostituta por una noche, buscó a un hombre que le pagara por sexo pero que no le agradara; sólo así podía realmente vivir la experiencia de una puta que se deja coger por dinero. Así fue con Dulciny; su primer cliente era el típico cometravas de travestis baratas: un hombre grande de cuerpo y de edad, poco atractivo y nada galante. Sin importarle demasiado el estado un tanto nervioso de ella, después de una mamada para entrar en calor, la acomodó en cuatro patas, se calzó el preservativo y se la metió lentamente pero con firmeza, agarrándose de sus nalgas. Dulciny gimió al principio pero más por temor que por dolor porque el chongo no era demasiado dotado y pudo recibirlo en su culo sin demasiados esfuerzos. La bombeó un largo rato hasta acabar, se sacó el condón con semen, lo tiró, se vistió y se fue. 

   Cuando volví a la habitación, la nena estaba tirada en la cama. Lejos de todo temor o culpa, sonreía y movía el culo como si todavía tuviera la verga de su primer cliente adentro. Todas sus inhibiciones habían desaparecido. Le revisé el culo lubricado y le metí un dedo y después dos dedos juntos, comprobando lo abierta que había quedado. Ya veo que sos toda una puta le dije con un autoritario tono de proxeneta. Te doy cinco minutos para ir al baño porque te necesito para otro polvo. Ella obedeció sumisamente. Minutos después, volvía sonar el timbre.

   Era el segundo chongo de la noche. Este era algo más sofisticado: le pidió que se paseara por la habitación para verla con el look que yo le había seleccionado. Dulciny lo hizo como toda una profesional, dió una vuelta a toda la cama con una boa de plumas cayendo por la espalda y contoneándose seductoramente sobre los tacones de stripper. Finalizó su paseo arrodillándose ante su cliente y comenzó a mamarlo con devoción. El muchacho se excitó tanto que no quiso penetrarla, se masturbó frente a ella pidiéndole que le ponga su mejor cara de puta. A mi juego me llamaron, habrá pensado Dulciny mientras le hacía con la mirada y la lengua todas las poses de nena chupaverga practicadas durante años de masturbaciones prohibidas. Excitadísimo ante semejante show, él no pudo resistir más y le acabó en la cara. Dulci cerró los ojos y gozó cada chorro y cada gota, conociendo por primera vez las delicias de un bukkake.

   Esta vez, fue ella quien lo acompañó hasta la puerta y sin limpiarse el semen, vino a mí, feliz y orgullosa de mostrarme su maquillaje corrido. Yo le mostré los billetes que había ganado con ella diciéndole mirá puta, esto lo gané gracias a vos. Andá a limpiarte y no se te ocurra besarme con esa boca! Sí, mi Ama, la escuché responder mientras iba hacia el baño moviendo el culo a cada paso. Al rato apareció feliz con cara de golosa bien cogida; se había vuelto a maquillar y traía en la mano el gloss para darle brillo a sus labios rosados delante mío. 




   Sonreí satisfecha cuando la ví pintarse, ya no para un cliente, sino por puro vicio. Se notaba lo orgullosa que estaba por haberme demostrado que era una puta de carrera. Como leí una vez en un blog de una travesti, mi sissy Dulciny ya formaba parte de una Hermandad Femenina, la más antigua y noble del mundo.


miércoles, 7 de marzo de 2018

Qué pretendemos de Isabel Sarli?




   Encerrada en un camión frigorífico, violada en medio de medias reses que cuelgan y luego obligada a prostituirse, Isabel Sarli le pregunta en Carne al siguiente matón que se acerca con la mano en la bragueta qué es lo que pretende. La frase quedó inmortalizada en las retinas de todo el cine argentino y su pretendida autora sigue siendo décadas después el máximo mito erótico de esta tierra y uno de los más grandes de toda América Latina. Hoy la quiero recordar de la mano de la periodista Cecilia Absatz, quien ensaya un estudio titulado Señoras decentes, sobre lo que representaban para el imaginario argentino de aquellos tiempos las películas protagonizadas por Isabel y dirigidas por Armando Bo. 



Señoras decentes

   Armando Bo (1914-1981) fue un cineasta argentino muy controvertido, denostado en su momento, perseguido por la censura, despreciado por la Academia, luego reconocido y profusamente estudiado, y por último convertido en un mito generador de leyendas. Su protagonista estable ha sido Isabel Sarli, mujer de gran belleza y voluptuosidad, con quien realizó una filmografía de difícil calificación, que navega entre la crudeza y el humor, con un concepto sin duda original de los presupuestos de producción.

   Si bien los estudiantes de cine comienzan a reírse en la sala antes de tener en claro qué es lo gracioso, hay una clave en el cine de Bo que vale la pena explorar más allá de su peculiar mirada del erotismo, la iteración de sus temas y los abusos múltiples de los que era objeto la pobre Sarli en muchas de sus películas.

   Bo apuntaba sin sutilezas al corazón de las fantasías masculinas más populares y recónditas, las que apenas se pueden expresar en palabras, pero anidan todavía, quizás, en un oscuro rincón del cerebro de los muchachos de la esquina. Así, su idea del ardor de una mujer (Fiebre, Insaciable) rescata un mito que el folklore barrial llamaba entonces fiebre uterina e imagina a una mujer tan estragada por el deseo que se erotiza incluso en el consultorio de un ginecólogo durante la más incómoda de las prácticas médicas. Como extremo de la depravación y en el mejor estilo de Catalina la Grande, en algún caso se llega a involucrar, créase o no, un caballo.

   Con algunas excepciones, como El trueno entre las hojas, sobre un libro de Augusto Roa Bastos, los argumentos de Bo eran de una candorosa sencillez. La provocación consistía en tomar una idea impronunciable y expresarla con brutal literalidad: la carne de una mujer contra las reses de un frigorífico, la pasión desnuda en la nieve, el deseo del varón como un veneno y el de la mujer como pura perfidia.

   Otra idea incrustada en los arrabales de esta filosofía, frecuente también en las letras de tango, indaga en el pasado dudoso de las señoras decentes ubicadas en lugares prominentes de la sociedad. En Intimidades de una cualquiera (escrita en colaboración con Dalmiro Sáenz) es precisamente ese pasado dudoso, encarnado en el mismísimo Jorge Barreiro, quien va a desenmascarar a nuestra heroína y revelará quién fue en realidad la esposa del rico terrateniente que hoy vive amada y respetada por todos en su mansión del sur patagónico.

   Con su propia estética y estilo narrativo, Bo dibujó un perfil que con sutiles cambios prospera en la actualidad, aunque de un modo más abierto, es decir, exhibido con claridad. Hoy muchas señoras decentes, lejos de temer al truhán resentido que revele su pasado, son ellas mismas quienes lo cultivan románticamente en las tapas de las revistas y a través de sus propias cuentas de Twitter. La caída moral que en las películas parecía inexorable ahora a nadie interesa. Está claro que el colectivo popular ya no juzga en estas damas otra cosa más que su actual estilo de vida, sin exigir otra producción que la de figurar.

   Armando Bo fue un creador difícil de digerir, porque expresaba ideas inconfesables sin la protección de luces acarameladas o diálogos ingeniosos. También fue un autor difícil de olvidar, porque se animó a mostrar un costado guarango de la vida que hoy resplandece en horario central.


Cecilia Absatz




http://www.lanacion.com.ar/1598937-senoras-decentes

jueves, 1 de marzo de 2018

Arollo boots


   Quienes fabrican y dirigen Arollo boots las presentan como the sexiest boots on earth. Quizás lo sean. La primer diva fetish que las modeló en publicidades fue Stella Van Gent. A Stella la siguieron otras fetichistas famosas como Lady Vanessa, Heike, Fetish Liza y Gina Queen of Heels, que comenzaron a fotografiarse posando con botas Arollo.

  


   A los cuatro años de su lanzamiento, Arollo comenzó a trabajar con Russian Fetish Queen. Según ella misma cuenta en su página ..cuando me probé un par de botas altas Arollo, sentí que esas botas estaban hechas para mí. Una experiencia que todas las boteras hemos sentido alguna vez. Probarse un par de botas de calidad, subir la cremallera, pararse bien erguida sobre los tacones y sentir el ajuste perfecto sobre toda la pierna es una experiencia hedonista y mística al mismo tiempo.

  

  Si seguiste mi blog durante el pasado año 2017 y este primer bimestre de 2018, habrás visto que dediqué algunas columnas y dos entradas de videos (acá está la primera y acá está la segunda) a recopilar la historia de la bota fashion en la década del sesenta; quienes fueron los principales diseñadores, las estrellas de cine que las promocionaron y los cambios que la moda de las botas promovió en el sexo. Yo siento que hay un lazo invisible que une a las botas de ayer con las de hoy. Si hoy podemos tener a nuestro alcance un par de fabulosas botas fetichistas como éstas que fabrica Arollo, no olvidemos que hace cincuenta años tuvimos a una Beth Levine, un André Courrèges, un Pierre Cardin y un Yves Saint Laurent. que fueron los genios innovadores que pavimentaron el camino. Me pregunto que pensarían aquellos genios si pudieran ver hoy a Stella Van Gent y a Russian Fetish Queen modelando algunas de las sexiest thighboots de Arollo.  


Enero



Febrero



Marzo



Abril



Mayo



Junio



Julio



Agosto



Septiembre



Octubre



Noviembre



Diciembre

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