domingo, 25 de enero de 2015

Diana Rigg, pionera Femdom






   Si hablamos de dominación femenina, de su difusión y de lo que hoy se considera universal y explícitamente como Femdom, son muy pocas las mujeres que merecen el título de pioneras. Para quien esto escribe, luna de ellas, quizás la primera de todas es Diana Rigg. En homenaje a ella, el 5 de diciembre pasado, la periodista Verónica Chiaravalli publicó en el diario La Nación la siguiente columna.



Charme y burbujas para cerrar el año


   Ninguna con su charme. Nadie como ella para soltar una patada de karateca a la velocidad del rayo y capturar villanos sin mancillar su inquietante catsuit negro ni sus preciosas botas de caña alta, combinadas a la perfección con esos fabulosos vestiditos mínimos, de estampa psicodélica o geométrica. Todo en ella se vio primero o lució mejor: el mono amarillo, precursor del que años después vestiría Uma Thurman para encarnar a la asesina justiciera de Kill Bill, los equipos de falda o pantalón, tan chic, diseñados en bloques de color, la melena lacia pero viva, liberada de las rigideces del fijador, con la que soñaban, en cada peluquería de barrio, las adoratrices de la toca. Emma Peel, la señora Peel, interpretada por Diana Rigg, fue la protagonista única de una serie irrepetible, Los vengadores, que durante ocho años, vale decir, toda la década de 1960, fascinó desde la televisión británica a los espectadores de todo el mundo.
   A modo de homenaje y también como cierre festivo del año, el British Arts Centre programó en su sede la proyección de cuatro capítulos de la serie, pertenecientes a la cuarta temporada (la de 1966, una de las tres en las que brilló Rigg). Con entrada gratuita, se exhiben en inglés y subtitulados en castellano. Todavía quedan dos por disfrutar. El jueves 11, a las 18, se verá La casa que Jack construyó, en el que Emma es desafiada por la inteligencia siniestra de una mole de ladrillo; y la semana siguiente, Miel para el príncipe, trama de ribetes orientalistas (petróleo, jeques y hasta un harén incluidos) que envuelve a la señora Peel y a su compañero perpetuo: el imperturbable señor Steed (magnífico Patrick McNee).
   El humor ingenioso, la sutil tensión erótica entre los protagonistas y una estética original, que equilibraba la elegancia con la fantasía y la autoparodia amable, hicieron de Los vengadores un fenómeno de público que trasladó su fidelidad a la Red. Para comprobarlo, alcanza con visitar el sitio TheAvengers.TV. Creado por David K. Smith en 2001, congrega en la actualidad a una cantidad de páginas web de distintos países dedicadas al tratamiento de la serie en sus diversos aspectos. Se presenta como una "enciclopedia virtual" donde se puede encontrar un análisis de cada capítulo, del primero al último; tiras y demás versiones gráficas de la serie. A Guide to Avengerland ofrece una recorrida por las distintas locaciones de la historia.
   No ha de faltar, seguramente, alguna consideración sobre esa mínima epifanía que el espectador saboreaba como propia, cada vez que el señor Steed y la señora Peel hacían aparecer de los lugares más insólitos dos copas de champagne, y brindaban con la satisfacción de la tarea cumplida y la promesa de una nueva humorada en los ojos chispeantes.

Verónica Chiaravalli




   Para cerrar la columna, la señora Emma Peel se merece un video. Qué mejor que uno que la muestra en algunas de las famosas escenas en The Avengers, ambientado con la música tan british y tan sixtie de The Kinks. You really got me. 



http://www.lanacion.com.ar/1749682-charme-y-burbujas-para-ir-cerrando-el-ano

domingo, 18 de enero de 2015

Santa Pacata


   Santa Pacata nunca entró a un hotel alojamiento, a un motel, a un telo. Eso es de puta y a ella no le gusta pensar que pueda ser considerada puta por alguien. Se pierde de sentir la brisa a la salida de un motel, con la sonrisa de bien cogida, después de transpirar la vida y ducharse fugazmente. Pero no le importa. No tiene ganas. No puede. No se le moja. 

   Santa Pacata apareció en mi vida social cientos de veces. Creo que ya no la soporto más. Ella tiene una falta de vibra y lo exhibe explícitamente a sabiendas que yo vibro al compás de la sensualidad. Esta fotógrafa de la nada aumenta mi desinterés por sus bromas de doble sentido que ni ella se cree. A veces se asoma a mi vida por algún chisme porque Santa Pacata es masoca de la serie de chismes sobre Mi vida.

   Santa Pacata es fea, aunque su natura puede ser bella pero ella hace todo lo necesario para afearse. Cuando me encuentra, hace todo lo posible para enfrentarse con mis conceptos absolutos sobre la femineidad, la maternidad, la virginidad, la fidelidad, la sensualidad y la masculinidad. Pero no me da un fundamento. Me tira frases de fórmulas muertas. Hasta para eso es austera y sencilla aunque se vista de dorado para la cena. Camina con calzado flotante y  creo que es por esto que más la odio. Tiene la posibilidad económica de adquirir el mejor zapato del ramo elegante. Pero no. Ella está liberada de la elegancia y prefiere agredirme con su dejadez y usa el flotante porque ella no es como yo, ella es superada. Sus pies no están hechos para pisar alto y firme; ella arrastra sus pies por el piso brilloso del salón donde ocurren las cenas y exhibe con fervorosa militancia la haraganería imperdonable de ser así a propósito, porque el mundo no te hace así, de estar siempre de espaldas a la moda, a la elegancia, a la sutileza, al ornamento, a la sensibilidad de la hebilla de un charol, del cierre de un par de botas, del clicketeo de un taco aguja, al amor de un zapatero aplicando strass a la curvatura del empeine de un femenino zapato de salón. Ella prefiere el morral lanudo y hippie a la cartera de cuero. Hace rato que dejó atrás sus rebeldes e idealistas quince años aunque cuando actúa con esa falsa inocencia, parece una adolescente.

   Santa Pacata molesta diciendo a cada rato sus muletillas Yo no quiero molestar pero... Yo no quiero meterme pero...Es de culposo puritanismo. No muestra su escote, parece no tener tetas. Las tiene pero no las muestra porque según ella son tetas de madre. La maternidad parece envolverla en un halo santificador. Tampoco muestra sus piernas, parece no tener rodillas. Envolverlas en nylon es una molestia. No muestra su sonrisa más que tímidamente, a veces parece no tener boca. No tiene melena ni cabellera ni corte, su cabello es aplastado como cono de arcilla que nunca llegará a ser jarrón.

   Santa Pacata no es ni la bruja ni la fea del cuento. Ella es la canastita, la aldeana, la secundaria, la desteñida. Todo en ella la vuelve la antimusa. No goza la comida y la bebida: los sufre porque no se permite ningún placer sensorial. Sus especialidades son los souvenires de casamiento, las dietas y la investigación de la sexualidad ajena. Siempre aparenta enfermedades y parece tener todos los remedios posibles para todas las dolencias. La naturaleza la castiga haciéndole procrear hijas a las que primero pretende educar, luego reprimir y con las que finalmente termina compitiendo. En cambio sus hijos son los príncipes y sufre por anticipado sabiendo que cuando sean hombres, sus deseos sexuales y amorosos nunca irán por la vía que ella pretende fijar.

   Santa Pacata no tiene problemas en leer la Vogue o la Harper's Bazaar. Las mira con el aire desentendido con que se observa algo lejano y ajeno pero se ruboriza cuando hojea la Cosmopolitan. Lee a escondidas la trilogía de Grey. Algún día se atreverá y su  marido podrá comprarle las esposas de peluche. Algún día...




                                                

domingo, 11 de enero de 2015

La firma de nuestro goce





   La historia del sadismo y del mundo sexual de la dominación femenina nos llega desde el inicio de los tiempos. La historia reconocida, la historia oficial, es mucho más acotada pero aún así es lo suficientemente larga para haber podido generar mitologías. Una de los mitos más difundidos es la imagen clásica de la Dómina, esa diosa fetish tan bella como sensual, cada vez más presente en gráficas comerciales y videos musicales, desde Julie Newmar o Diana Rigg hasta las contemporáneas Madonna, Angelina Jolie o Rihanna. Algunas mujeres dominantes se consideran víctimas de ese mito por considerarlo un modelo inalcanzable e irreal, otras elegimos ser las sádicas victimarias que lo usamos para nuestro propio provecho porque sabemos que es el arma que garantiza la victoria.

    Los sumisos forman parte activa en esta mitología. Los hombres son constructores natos. De su fértil imaginación es de donde brotan la mayoría de las imágenes paganas que nosotras después aprovechamos cuando les ponemos el cuerpo y las dotamos de la femenina feromona. Los hombres sumisos no son objetos pasivos. Ellos buscan, desean, anhelan y lo que los lleva a adorarnos y a someterse a nosotras es la proyección en una mujer de sus propios deseos y fantasías. No son tontos; en esos deseos y en esas fantasías, la belleza y la seducción de la mujer es arrolladora.

   Así como el little black dress y los zapatos de salón o pumps nunca pasan de moda y siempre garantizan elegancia y sensualidad a la dama que los viste, el traje de la dómina de manual, el determinado por el mito, uniformador y estereotipado, parece tener también la vigencia asegurada y sigue reclutando adeptas. Somos las mujeres seducidas por ese modelo de hembra y lo aplicamos y entonces los sumisos lo veneran porque lo relacionan con la mujer que desean? O fueron los sumisos los que lo crearon así según sus propias fantasias? Una vez, medio en serio y medio en broma, escribí…  imagino una Logia de Sumisos Fetichistas reunidos en un sótano diseñando la Dómina perfecta, cual Sado - Barbie y una estrategia de marketing para imponerla y nosotras, ingenuas, lo repetimos porque desde chicas relacionamos al estereotipo con el estilo de mujer que nos gustaria ser.

    En mi columna Los Ornamentos de la Profana Hermandad agrego una razón más de mi propia cosecha: los atuendos fetichistas nos conectan en el tiempo y en el espacio a todas las dóminas. Ya no importa de qué país provengamos o en que año hayamos nacido porque cuando nos decidimos a tomar los hábitos de sacerdotisas del Marqués, nos transformamos en Hermanas de una Orden profana, en adoratrices de una comunión de pecadoras irredentas. Ese atuendo es el free pass que nos permite entrar a un mundo mágico pisando firme porque al adornarnos como Dominatrices clásicas, nos convertimos en herederas de una tradición y anticipamos a las que vendrán detrás de nosotras.

    Dicen que el asesino serial siempre pone la firma en su obra. Es como una compulsión. La firma que lo delata está en los detalles que no son necesarios para la realizacion del crimen. Las dominatrices somos mujeres sádicas que podríamos ejecutar nuestras obras macabras de placer vistiendo cualquier atuendo. Pero somos asesinas seriales y nuestros adorados fetiches son la firma que nos delata. El fetiche es la firma de nuestro goce. Nosotras lo hacemos así.    

 





domingo, 4 de enero de 2015

Dani Divine

I feel comfortable in the most uncomfortable clothes
Dani Divine



Dani paseando por Camden Town

  I'm Dani Divine, an experienced international fetish and alternative model and performer based in London. I am much more active on FB, so please head to my page in the link above to see more of my work! I am a very experienced runway model, I have modeled and performed at numerous fashion and fetish events such as Torture Garden, London Fetish Weekend, New Rock party, Festival of Sins, London Comic Con, Sci Fi London, Women's fashion, etc. I am a professional cage dancer and Fire Performer (Breathing, fans, swords, body burning) and can be hired for events as a solo performer or as a duo. I have a very wide and varied wardrobe of my own.

   Me enamoré de Dani. Primero conocí su página de Facebook y despues su blog, del que me volví fiel seguidora. No sólo me excitan sus fotos sino el travieso espíritu juguetón con que complementa su estética. Dani es gótica y metalera además de diva fetish, su nombre real es Danielle Harris, nació el 29 de agosto de 1990, es soltera y vive en Londres. Qué mejor que iniciar con una bella muñeca fetiche los calendarios de mi Magazine en el 2015. Un 2015 al que imagino lleno de sadismo, de sensualidad y de femineidad.


Enero



Febrero


 
Marzo


Abril

 
Mayo


Junio



 
Julio


Agosto
 

 
Septiembre
 
 
Octubre


 
Noviembre


Diciembre

http://danidivine.blogspot.com.ar/
https://www.facebook.com/danidivinemodel
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