miércoles, 25 de octubre de 2017

Heroínas. Vampirella


   Si hay un personaje femenino, una heroína fetish que merece ser recordada en esta semana previa a Halloween, ésa es Vampirella.  En el inicio de su historia, Vampirella vive en el planeta Drakulón, un mundo en donde fluyen ríos de sangre y es capaz de volar con alas de murciélago que aparecen y desaparecen de su espalda. Las aventuras de Vampirella entre seres humanos comienzan cuando una nave espacial terrestre aterriza en Drakulón en un momento en que toda la civilización del planeta está en crisis. Gracias a la información que consigue de los astronautas de la nave, Vampirella consigue salir de Drakulón y viajar a la Tierra.





La Vampirella de Frank Frazetta 



   Vampirella nació en la década del 60 de la mano de la editorial Warren y con dibujos de Frank Frazetta. Pese a lo prometedor de la historia, promocionada en la tapa como captivating comics about fantastic females, la sexy vampiresa nunca logró el ascenso a las ligas mayores y sentarse en la gran mesa junto a las otras bellas superheroínas del comic. En los años '70, Hammer films abortó un proyecto de película sobre Vampirella en el que habían sido tentadas actrices famosas de la época como Caroline Munro, Valerie Leon y Barbara Leigh.  En 1983, Harris Publications tomó el control del personaje ante la agonía financiera de Warren. En la era Harris, distintos dibujantes como Mark Texeira se hicieron cargo de la vampira, recargando las curvas del cuerpo y estereotipando su aspecto de femme fatale.





La Vampirella de Marc Texeira


   La historia de Vampirella bajo la dirección de Harris prosiguió sin mayores sobresaltos pero tampoco demasiados éxitos. Recién en 1996 se estrenó una película destinada al video hogareño que no llegaría a los cines. En esa película, Vampirella fue protagonizada por Talisa Soto en una producción con escasa promoción que hoy apenas se recuerda. En la personificación de Talisa, Vampirella es más una heroína experta en artes marciales que una erótica devoradora de cuellos. 



Talisa Soto





   El mundo de Vampirella está concentrado en las celebraciones de Halloween y es un personaje muy popular en las convenciones de cosplay. Su más famosa encarnación cosplay fue la de Julie Strain, modelo fetish y actriz de películas de clase B, quien adornó su físico escultural con el top rojo, las botas y el cuello blanco.




Julie Strain


   Vampirella es uno de esos diamantes en bruto que espera a su abrillantador. Con su melena negra brillante, uñas largas, botas negras, colmillos sanguinolentos y un sujetador rojo que apenas consigue taparle las tetas, yo sigo esperando la gran película de Vampirella que la consagre como una heroína fetish y la eleve del status actual de ser apenas un personaje sexy en las convenciones del cosplay. Mientras tanto, para celebrar este Halloween 2017, más dibujos de Vampirella de la mano de Joe Jusko.











































miércoles, 18 de octubre de 2017

Delicias de Sodoma





   El uso del catsuit por parte de las Dóminas no sólo aporta una deliciosa imagen fetichista que recuerda a las superheroínas de comics. Tiene un significado oculto, una connotación social escondida. El catsuit estiliza la figura femenina y permite toda clase de libertad de movimientos pero además les impide a los hombres concretar el coito.

   El poder en el sexo es el gran tema alrededor del cual gira todo el BDSM y la penetración peneana no puede ser separada culturalmente de lo que significa como herramienta histórica de sometimiento y poder. Si la penetración es un acto patriarcal mediante el cual la mujer es dominada por el sexo, el catsuit, al impedirlo, refuerza la imagen de poder femenino y de independencia frente a los deseos del hombre.

   El juego simbólico se vuelve mucho más explícito si la mujer no sólo está cerrada en su entrepierna sino que porta un amenazante falo plástico. Ella te anuncia que no sólo no va a someterse al mandato histórico sino que va a invertirlo. Por las buenas o por las malas. Lo que sigue no es sólo una sesión de adoración fetichista. Con esa mujer, la sumisión va a ser mucho más profunda, va a ir mucho más adentro….

   Del otro lado del dildo, la excitación del hombre sumiso al ser sodomizado por una dominatriz es más que el deseo de sentirse físicamente sometido, carnalmente entregado. La sodomía es una acción BDSM sobrecargada de simbolismos. Todo acto de sodomía arrastra consigo una perspectiva histórica de milenios, un correlato de violencia ritualizada que se remonta a los tiempos bíblicos. No sólo entre individuos sino entre los pueblos, la mitología hace del sodomizador un vencedor y del sodomizado un vencido, degradado hasta la derrota total. Les ganamos, les rompimos bien el culo.

   Esta noche te voy a romper el culo. Es que el culo se rompe, debe romperse, para acceder al goce sodomita. El culo del sumiso debe ser en parte entregado por él y en parte violado por ella. Las mujeres hijas de Sodoma que gozamos por la puerta de atrás no somos tan conscientes del enorme alcance de ese juego simbólico. Como lo conté en esta columna tiempo atrás, gozamos por el culo, nos gozan por el culo y ahí termina la cosa. En cambio, cuando el esclavo se entrega ante el poder fálico de la Mistress, lo que está gozando no es sólo el placer físico sino su propia rendición, su vicio antisocial y prohibido.

   Como en ninguna otra experiencia, la sodomización del esclavo carga consigo con ese componente tribal y primitivo de sometimiento violento, de rendición, de derrota incondicional. Para la mujer fálica, es imposible apartarse del simbolismo de la histórica revancha de género. El hombre sodomizado puede sentir que retorna a una edad de oro de su vida, cuando era un ser absolutamente vulnerable y estaba bajo el control y el poder de una mujer. Esa vulnerabilidad es la que lo hace sentirse profundamente querido y amado mientras ella avanza centímetro a centímetro, deeper and deeper....

   Si la mujer arriba en el coito convencional, cabalgando al hombre, es un signo histórico de poder femenino y ha hecho correr ríos de tinta en el feminismo, cuantos más simbolismos palpitan y laten en un culo sodomita? Ahí vuelve a hacerse valer con todo su poder erótico el viejo y querido verbo coger. Porque en la sodomía no vale el eufemismo tan políticamente correcto de tener sexo. Cuando una mujer fálica sodomiza a su esclavo, no quedan dudas de que alguien coge y alguien es cogido.










viernes, 6 de octubre de 2017

Guess. Claudia Schiffer by Ellen von Unwerth



   Desde el 23 de septiembre hasta el 11 de noviembre de este 2017, la CWC Gallery de Berlín está presentando una muestra fotográfica dedicada a una de las más bellas hijas de Germania. Claudia Schiffer, nacida en 1970, saltó a la fama en 1989 cuando Ellen von Unwerth, por entonces una ex modelo y novel fotógrafa de moda, la produjo para una campaña de Guess? Para Paul Marciano, fundador y CEO de Guess?, su empresa no sería lo que es hoy sin la fuerte imagen que le aportaron aquellas dos rubias alemanas; una posando para la cámara y la otra gatillando el disparador.






   En el año 2012, las historias de Guess?, Claudia y Ellen volvieron a cruzarse. Guess? las convocó para una producción especial para celebrar su trigésimo aniversario. A más de veinte años de la primera sesión, Ellen volvió a inspirarse en la fotografía black & white y Claudia posó más vintage que nunca, para recordarnos que no hay nadie como ella para revivir el estilo sexy, vital y desenfadado que hiciera famosa a Brigitte Bardot.  Algunas fotos de esa producción, entre muchas otras de Von Unwerth, dirán presente en la colección berlinesa de la CWC Gallery







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