viernes, 8 de marzo de 2024

El perenne universo masochiano

 





   Es difícil para una mujer definirse como masoquiana. No deja de ser una burla del lenguaje y del destino que los hombres sumisos, siempre tan autorreferenciales y narcisistas, hayan terminado apropiándose del término masoquista, en referencia al hombre que goza con un supuesto dolor mientras que su contraparte, las mujeres dominantes, las que gozamos con someterlos, debemos contentarnos con ser llamadas sádicas, una palabra más lejana y con mucha mala prensa, que no es capaz de condensar toda la lujuria fetichista femenina que emana de la obra de Sacher Masoch. Pero es así, colegas dóminas; los sumisos no sólo son los protagonistas que nos definen y nos ponen límites para que seamos lo que ellos quieren sino que hasta se han apropiado de la definición misma.

   Leopold Sacher Masoch no sólo escribió novelas de fantasía sobre la dominación femenina: sabemos que persiguió esos deseos en su vida real. Por eso es uno de los pocos autores de los que es muy difícil separar lo ficticio de lo autobiográfico. De creer en sus propios escritos, la esposa de Sacher Masoch se vestía con pieles para azotarlo y él firmó un contrato rindiéndole su vida.

   Las mujeres ya no usan pieles como símbolos de poder pero la esencia de los juegos de poder masoquianos no ha cambiado, no ha envejecido un sólo día. A diferencia de Sade, que requiere una permanente traducción sobre lo que significa hoy ser sádica para poder encajar con forceps dentro del BDSM consensuado del siglo XXI, la fantasía masoquiana es impermeable al paso del tiempo. Es perenne. Su literatura tiene la carga mítica de haber puesto en letras el lugar de poder que las mujeres pueden obtener si se proponen someter a los hombres con su sexualidad al mismo tiempo que denuncia al pasar el carácter vanidoso y manipulador del hombre que aspira a ser sometido. Ellos son los diestros artesanos que le van dando forma al látigo con el que finalmente esperan ser azotados por la cruel bella de sus fantasías.

   Pero antes del delicioso sufrimiento tan deseado, en las novelas de Sacher Masoch sus héroes sumisos sufren de verdad en una tensa e interminable espera hasta que finalmente la diosa se decide a empuñar la fusta. Se consumen en una espera ansiosa por algo que desean y temen por igual. Los tiempos se alargan alimentando cada vez más el deseo masculino de entregarse en cuerpo y alma a la devoción a una mujer.  Al igual que en la dominación femenina actual, cuesta a veces encontrar los límites entre fantasía y realidad porque se vuelven difusos. Mucho más que en La Venus de las Pieles, es en La Madre de Dios, con sus fascinantes referencias a una religión femenina pagana en conflicto con el estado de derecho del siglo XIX, donde Sacher Masoch va mezclando con mano diestra la realidad y la fantasía, endiosando al extremo a una mujer, que por otra parte es una castigadora mucho más gélida y sádica que la Wanda de La Venus.

   El trasfondo del juego de poder entre Ama y esclavo en Sacher Masoch es poético y romántico pero también es claramente sexual y por eso mismo su universalidad y atemporalidad está garantizada. El hombre solicita y la mujer es lo solicitado es una de las frases emblemáticas de La Venus de las Pieles. Su vigencia es eterna. Defensores de la igualdad, hagan el favor de abstenerse. La validez del injusto y delicioso universo masochiano es perenne.








viernes, 1 de marzo de 2024

Debbie Harry posando botas

 

   Debbie Harry es mucho más que aquella linda rubia cantante de Blondie, que continúa hoy vigente con setenta años. Es un símbolo de su época, una diosa fetichista de los setenta y una de las más sexies boteras de todos los tiempos. En esta entrada, Debbie es fotografiada calzando botas en escena donde era la excepcional frontwoman de una excepcional banda como Blondie. Pero Debbie fue también una maravillosa modelo y posaba con sus botas frente a las cámaras con la misma naturalidad y sensualidad con que entonaba los hits de Blondie en los escenarios. 


Enero



Febrero



Marzo



Abril



Mayo



Junio



Julio


Agosto



Septiembre



Octubre



Noviembre



Diciembre


domingo, 18 de febrero de 2024

Videoteca. Guantes largos on stage. La moda del 2022 -2023

 

  Esta es una nueva selección de diez videos dedicada al fetiche del guante largo operaglove, como una retrospectiva de algunas divas que los vistieron en ceremonias y festivales en estos dos últimos años, 2022 y 2023.

   Hay para todos los gustos. Las sissies que sueñan con verse como bellas princesas de un cuento de hadas morirán de amor al ver los desfiles de Blake Lively, Margot Robbie e Izabel Goulart. Mis perversitos esclavos amantes de las dominatrices, no se pierdan a Dua Lipa, Bella Hadid, Doja Cat y Anya Taylor Joy luciendo guantes de latex, goma, cuero y vinilo. Los eternos nostálgicos de las damas majestuosas que llevan los guantes largos bien arriba de los codos como si hubieran nacido con ellos puestos pueden poner sus ojos en Naomi Campbell, Cardi B, Olivia Rodrigo y Rihanna.


Blake Lively





Anya Taylor Joy





10. Anya Taylor Joy.

Premiere de The Menu (2022). Guantes azules engomados.







9. Bella Hadid.

Met Gala 2022. Guantes de encaje negro adornado un vestido de cuero Burberry






8. Cardi B.

Met Gala 2023. Guantes negros homenajeando a Karl Lagerfeld






7. Doja Cat.

Grammy's 2023. Guantes y vestido en vinilo negro







6. Dua Lipa y Olivia Rodrigo.

Grammy's 2022. Dua Lipa en guantes de latex negro. junto a Donatella Versace y Megan Thee Stallion anuncian el premio de Olivia Rodrigo, que sube en guantes negros.





5. Izabel Goulart.

Festival Cannes 2022. Guantes negros acompañan un vestido negro de sirena





4. Margot Robbie.

Premiere de Barbie 2023. Guantes negros





3. Rihanna.

Premiere de Wakanda 2022. Guantes glitter grises







2. Blake Lively.

Met Gala 2022. Guantes celestes







1. Naomi Campbell.

Desfile Versace 2023. Guantes negros





   Espero que esta selección de bellas en guantes largos del 2022 y 2023 te haya gustado y como siempre, espero tus comentarios. Si recién llegas a mi blog y te gustan los guantes largos, recorré a puro placer mi videoteca desdicada a este hermoso fetiche (en la columna derecha, buscá Videoteca Sensual, y después ubicá Guantes largos) Que la disfrutes. 



Dua Lipa



sábado, 10 de febrero de 2024

Iguales no. Complementarios





   No estoy participando activamente en redes sociales pero me mantengo al tanto de algunos debates en grupos Femdom en español gracias a mi esclavo marido sissy que suele leerme las discusiones que aparecen en su muro de Facebook y otros sitios.

   Parece que las cosas no han cambiado demasiado y no hemos aprendido nada. Las dóminas suelen plantear públicamente sus quejas frente al comportamiento online de los candidatos a sumisos que en lugar de presentarse respetuosamente, intentando hacer méritos para poder llegar a conocer personalmente a una dominadora, plantean de entrada sus solicitudes y fantasías, reclaman sus derechos, exigen ser respetados en sus deseos y, por supuesto, no puede faltar, opinan despectivamente de las dóminas que exigen tributos.

   Como no puede ser de otra manera, las dóminas están visiblemente irritadas. No es para menos.

   La raíz en esta falta de entendimiento tan básica reside en que mucha gente externa a este mundo sexual tan particular que es la dominación femenina, pretende ingresar haciendo valer reglas y códigos ajenos y hasta opuestos a la misma. Un candidato a sumiso no puede pretender entrar a una red social BDSM y buscar Ama como si fuera Tinder. Pero es lo que ocurre en la mayoría de los casos.

   Nuestras hermanas sororas feministas, tan celosas ellas de las condiciones de igualdad entre los sexos y siempre tan dispuestas a incinerar en la pública hoguera virtual de Internet a cualquier comportamiento masculino por fuera de la norma, nos han dejado a las dóminas en una posición incómoda. Si ejerciendo nuestro rol, exigimos tributos o atenciones en forma unilateral ante un sumiso que se acerca a cortejarnos buscando ser dominado, el discurso oficial nos hace ver como abusadoras. Si por el contrario, nos mostramos comprensivas y aceptamos un comportamiento igualitario, no sólo nos contradecimos en nuestro rol sino que castrando nuestros deseos sádicos, nos negamos placeres y a la vez quizás defraudemos a un sumiso que desea conocer a una bella déspota que lo someta sin condiciones.

   La dominación femenina es un juego de equilibrios entre la fantasía teatralizada de la dominadora y el esclavo, que debe ser compartida por ambos para que funcione placenteramente, y la realidad de que todos somos libres de fantasear lo que querramos y nadie obliga a nadie a hacer lo que realmente no quiere.

   La cultura imperante nos recuerda todo el tiempo que establecer consensos previos es la base para toda relación sexual válida. Pero en ámbitos BDSM de la dominación femenina, quien ingresa debe aprender que el consenso ya fue establecido y dice así. Ellas Mandan, ellos obedecen. Cualquier reclamo o cuestionamiento que ponga en duda este principio tan básico convierte automáticamente a cualquier candidato a sumiso en un sumiso ficticio. Por otra parte, si un sumiso nos interesa en particular, sería muy tonto de nuestra parte reafirmarnos en un rol de negadoras de fantasías fetichistas si son esas fantasías (y no otras) las que provocan en el sumiso un sentimiento de adoración hacia nosotras.

   Ama y sumiso componen juntos una danza sensual que no es entre iguales pero sí es entre complementarios.
.



Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...