sábado, 14 de abril de 2018

La historia de la bota femenina. Hugh Hefner y las Jet Bunnies






   En 1969, como símbolo de su creciente poder corporativo y para alardear ante sus competidores, Hugh Hefner decidió comprar para su imperio Playboy un avión jet DC-9, al cual redecoró a su estilo con dormitorios de lujo, un salón de estar con cine y juegos de casino, una disco y hasta un baño romano. El costo total del juguete volador de Hugh fue de nueve millones de dólares, lo que se estima en cincuenta y cinco millones de hoy. Bautizado The Big Bunny, el avión fue pintado de negro con el célebre logo - conejo de Playboy de blanco en la cola. Un juego de luces permitía ver al conejo desde muy lejos cuando despegaba o aterrizaba por las noches.

   La tripulación del avión se componía de cuatro o cinco chicas que habían sido entrenadas como azafatas, además de ser conejitas reclutadas en los clubes de Hefner. El uniforme de las Jet Bunnies, que así se llamaban, sería hoy considerado como un traje fetichista pero a fines de los sesenta sólo seguía la moda dictada por los diseños innovadores de Pierre Cardin y Paco Rabanne que hacían furor en las pasarelas. 




   Las Jet Bunnies lucían en los vuelos un escotado minivestido de material vinílico brillante y de aspecto húmedo (el efecto se llamaba wet look) que se combinaba con un largo pañuelo blanco. La insinuación fetish era rematada por el calzado; unas deliciosas botas negras que llegaban apenas por encima de las rodillas, donde se cerraban con una tira que se ajustaba por una hebilla, lo que permitía un ajuste perfecto para cada pierna, un detalle que bien podrían tomar en cuenta los diseñadores de hoy, cuyas botas parecen hechas sólo para topmodels o chicas con piernas ultradelgadas. En aquella época, las botas y el traje de las Jet Bunnies las ponían al tope de la vanguardia en la moda femenina.  

   Si el uniforme de la flight assistance siempre formó parte de las fantasías de muchos hombres que desean ver a las mujeres en un rol sumiso, no deja de llamar la atención que justamente alguien como Hefner haya deseado que sus Jet Bunnies se parecieran más a las dominatrices clásicas que a sumisas asistentes dispuestas a complacer deseos masculinos.

   Para la misma época, algunas líneas aéreas comerciales también comenzaron a explotar el boom en la moda de las botas. La más recordada es Southwest Airlines. Sus azafatas se destacaban entre todas las demás por su uniforme naranja con botas blancas a la rodilla y cinturones de hebilla ancha. 





  Mi amiga sissy Merceditass les dedicó  un posteo en su blog a estas preciosidades de los cielos de los años sesenta y no quiero dejar de reconocérselo. La flight assistance es una de las fantasías sissy por excelencia y calzar botas las vuelve mucho más sexies y osadas. Estas son las fotos que Merce encontró y publicó. Deliciosas muñecas de los sixties, las chicas visten coloridos minivestidos con diseños geométricos muy al estilo Courreges, que se combina a la perfección con las botas rosadas y los sombreritos. 













   Pero esta historia no termina en la década del sesenta. La fantasía de la azafata fetish que se pavonea con botas mientras recorre los aviones se ha actualizado en el cine de las últimas décadas. En el film Soul Plane (2004), Sofía Vergara se hace cargo a su manera del control de un avión, con botas doradas y un minivestido violeta brillante que nos hace recordar al wet look de las azafatas de Hefner. 










  
   En View from the top (2003), las rubias Gwyneth Paltrow y Kelly Preston se calzan botas violetas de media caña haciendo juego con su escotado y vistoso uniforme.  






   Hugh Hefner, fallecido el año pasado a los noventa y un años, fue un polémico propulsor de una forma de sexualidad que fue a la vez revolucionaria para su tiempo y agriamente criticada por el feminismo durante décadas. Sin buscar entrar en polémicas, quise dedicarle esta entrada a las Jet Bunnies y a sus sucesoras porque creo que también Playboy debe tener su parte, aunque pequeña y acotada a un traje de azafata sexy, en la gran historia de la bota fashion femenina como símbolo del poder sexual de las mujeres.









10 comentarios:

  1. Muy bueno ,como siempre.
    atentamente
    Comm

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  2. Que interesante columna. Y como no va ser una fantasia sissy. Creo que todas nosotras soñamos con estar en un avion vistiendo uno e esos preciosos uniformes

    Sussy Sissy

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    1. El sissismo siempre va de la mano con los uniformes femeninos

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  3. Excelente post, meravillossso espectaculareee Regina mía!!! Antes de nada quiero darte las gracias por mencionarme en tu espléndido post.
    Decirte querida Mistress Roxy, que para nada me acordaba de lo del avión de Playboy, del magnate Hugh Hefner, todo pintado de negro con el logo de Playboy en el timón de cola.
    En la cabecera haces mención sobre la bota femenina, ilustrada con guapísssima azafata rubia, luciendo (aparte del uniforme "wet look" divino) unas botas que se ajustan como un guante, mejor dicho como un clobe, que no entiendo como no han seguido haciendo botas altas con este acabado a la altura de las rodillas, realzan las piernas de manera considerable.
    Espectacular Sofía Vergara como hottest flight assistance" en film que desconocía, como también Gwytneth Paltrow y sobre todo Christina Applegate escandalosamente guapas con ese fantástico uniforme.
    Si tuviera que elegir entre todos los uniformes de las azafatas que salen, no podría elegir uno, es que me quedaría con todos!!! Nada que ver con los sosos uniformes de hoy en día.
    Maravilloso post querida Mistress Roxy. Un besssso enormeee!!!

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    1. Las Aerolineas Roxy presentaria a Merceditass como azafata para servicios especiales para los pasajeros de primera clase. Seriamos un éxito total!

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  4. Como ya le dije a mi querida Merce, el sueño sissy por excelencia y si encima se tiene de azafata jefe a Sofia...el cielo en la tierra!!!
    Besos Misstress, excelente post como siempre

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    1. Te veo presentándote en la cabina del comandante con las botas y el traje de Sofía. Lo demás, lo dejo a tu imaginación

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  5. Excelente nota! Ya que estoy me gustaría agregar que las bunnies servían los Martinis con una pose especial, no de frente sino poniendo la espalda a la mesa y girando el brazo con la bebida hasta posarla.

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    1. ...y así lo siguen haciendo. Servir llevando el brazo para atrás es la forma sexy de hacerlo.

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