sábado, 26 de diciembre de 2015

Rojos labios de mujer







   Creo que la última vez que salí de casa sin un labial rojo fue en una emergencia, llevando mi gato al veterinario en el medio de la noche. Lo uso todos los días porque me gusta mantener un grado de elegancia, de decoro, de buen nivel.

Dita Von Teese


   Cien años atrás, en 1915, el estadounidense Maurice Levy patentó un curioso dispositivo que unía una barra cilíndrica a un receptáculo que se deslizaba y lo colocó dentro de un tubo de metal con tapa. En ese formato, la barra podía deslizarse a medida que se iba gastando. La barra en cuestión era el prototipo del lápiz labial y así fue como el invento de Levy terminó revolucionando la cosmética y también la sexualidad. La imagen sensual de la chica que saca el rouge de su cartera para retocarse con un gracioso movimiento de muñeca y termina lanzando con sus rojos labios un mohín mimoso a sus absortos adoradores se ha vuelto un fetiche de nuestra cultura. Es que el rouge y el falo se parecen demasiado.





   La fascinación por los labios femeninos pintados existe desde siempre. Las primeras mujeres con bocas rojas que tengamos registro eran las de la antigua Mesopotamia. Entre las leyendas que rodean a Cleopatra, se dice que mandaba machacar escarabajos rojos para lograr ese tono irresistible que tan caro le costaría a Julio César y a Marco Antonio. En la antigua Grecia, el uso del rojo labial y del maquillaje en general estaba reservados para las prostitutas. Todavía hoy nos resuena la frase ésa va siempre pintada como una puta cuando la dama en cuestión se pasea luciendo maquillajes osados con o sin intenciones sexuales. En la Europa de los siglos posteriores, la polémica continuó. En 1770, el Parlamento británico votó una ley que le permitía a un hombre la anulación de su casamiento si demostraba que la mujer lo había seducido usando maquillaje. Madame Pompadour, María Antonieta y las cortesanas francesas fueron las más refinadas maestras en el arte de maquillarse para seducir. Fue en Francia donde se creó la primera barra labial moderna cuando en 1883 dos perfumistas decidieron mezclar el color rojo con grasa de venado envuelto en un delgado papiro de seda. Años después, Guerlain comenzó a producir barras de labios en forma industrial y las mujeres comenzaron a plantarse firmes ante los prejuicios aunque la sociedad francesa continuaba asociando al maquillaje con las demimondaines, las damas de compañía que se paseaban en carrozas por la París de la belle époque o actuaban en los cabarets. 
   
   En el año 1910, Elizabeth Arden hizo su aparición en el escenario de la belleza cuando el concepto puritano contra el maquillaje estaba comenzando a ceder. Para Elizabeth, el rojo representaba una audaz afirmación de la belleza destinada a llamar la atención hacia el naciente poder de la femineidad. A principios del siglo XX, muchas sufragistas estadounidenses llevaban el lápiz de labios rojo como símbolo de independencia y desafío femenino en su afán de escapar de las actitudes victorianas de la época. Gracias a Miss Arden, el rouge contribuyó a que las mujeres de todo el mundo se sintieran hermosas, femeninas y a la vez, revolucionarias. Hoy, tras más de cien años de innovación en belleza, Elizabeth Arden continúa vendiendo una edición limitada de su emblemático lápiz de labios rojo transformado con los años en un exquisito símbolo de fuerza y femineidad. 




   El cine favoreció enormemente el uso del color en la boca. Cada tono de labial se anunciaba a través de la imagen de una estrella de la pantalla. Los labios de vampiresa que caracterizaban a las villanas eran imitados por millones de mujeres. En los Estados Unidos, durante la Segunda Guerra Mundial, la partida masiva de soldados al frente obligó a sus hermanas, madres y esposas a calzarse overoles para trabajar en las fábricas. Sin embargo, las ventas de labiales continuaron firmes. Las mujeres podían ocultar sus curvas bajo uniformes masculinos pero jamás resignarían el placer de pintarse los labios para sentirse femeninas. El rouge fue su resistencia.

   Con la posguerra y el baby boom de los años cincuenta, a Occidente le llegó un tiempo más adecuado para romances y placeres. Llegaron los años dorados de la femineidad y la seducción, cuando los labios de las divas como Marilyn Monroe y Elizabeth Taylor incendiaban con su roja lujuria pantallas e imaginaciones por igual. Marilyn dijo una vez: Cuando me quiero sentir arreglada sin esfuerzo me pongo unas gafas negras y me pinto los labios rojos. En 1949, Rimmel crea una paleta de colores para labios, que incluye un espejo y un pequeño cepillo. Un año después Revlon lanza Fire &  Ice, su primer labial que aún sigue a la venta y en 1953 llega el célebre rojo de Dior que hoy se ha desarrollado en más de mil quinientas tonalidades diferentes. En los años sesenta se ponen de moda los tonos rosas perlados; Max Factor lanza el Strawberry Meringue, el merengue fresa, que goza de gran popularidad. Los besos y las fellatios empiezan a saborizarse. En los setenta, Serge Lutens da la nota discordante con el rojo histórico promoviendo profundos tonos violetas y malvas. Comenzaba en el maquillaje una nueva tendencia; el amor por el colorido que explotaría de la mano del glamour de la música disco, llenando labios y párpados con atrevidas tonalidades.






   Lo que sigue es contemporáneo. Lejos de lo que predican algunas estropeadas pseudofeministas, pintarse los labios no es una imposición de una cultura machista que degrada a la mujer sino que fue y sigue siendo uno de nuestros máximos símbolos de poder. Toda mujer recuerda sus primeras aventuras con el labial de mamá o de las hermanas mayores; toda chica cross recuerda la primera vez en que se atrevió a mirarse al espejo con los labios pintados, insinuando un seductor gesto femenino. Si lo que viste reflejado te atrapó, ya no hay retorno. Mi columna El sagrado ritual de maquillarse de febrero de 2014 revive una de mis primeras experiencias adolescentes entre rouge y pinceles, bien aconsejada por chicas mayores. Me gustaría que me cuentes cual fue la tuya.

   Es obvio que fue un hombre el que inventó un artilugio tan útil y práctico para que las mujeres se vean bellas, fue el comentario de cheshirecat, mi incorregible esclavo - marido, cuando le hablé del centenario del invento de Maurice Levy y le mostré esta columna para que él me la edite. Quiero cerrar este año 2015, tan fascinante para mi Magazine y para Mí, recordando los primeros cien años de la siempre actual e innovadora obra de Maurice. Sólo me permito agregar para el final una exhortación a todas mis lectoras. Porqué no revivir la tradición de pintarte los labios de rojo fuego o de un malva sensual para sentirte bella y seductora al brindar por este nuevo año que ya se inicia? 




Feliz 2016 Sádico Sensual y Femenino.
  

12 comentarios:

  1. A lovely post.
    Thank you very much for sharing your beautiful web.
    Today, women's lips at its best, look and enhance all its sensuality and harmony under the marked incidence of lipstick.

    Femininity, tenura, beauty, sensuality, love, tenderness ... The lips are an inexhaustible source of virtue ... all female.

    Receive, my desire to have had a merry Christmas and enjoy a happy new year.

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  2. El labial...el "rouge"...elemento I-N-D-I-S-P-E-N-S-A-B-L-E de todsa chica cross y que bien hiciste referencia a ese sagrado momento de animarse a mirse por primera vez en el espejo con los labiso rojos.
    Mi nombre, o mejor dicho mi apellido le rinde homenaje al conjugar lo que siento "LADY" con algo que siempre me fascino el "ROUGE"...y si es ROJO (ROUGE en frances...)...
    Mas aun!!!

    Gracias DIOSA por deleitarnos con esta historia!!
    Besos para vos y tu "Sissy"...que tengan un excelente FIn de Año 2015 y un super excelente inicio del 2016
    Ojala este proximo año se de la oportunidad para conocernos!!!

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    1. No hay chica cross sin rouge en los labios. Mi sissy no para de pintarse los labios cuando está delante mío, me encanta, es la femineidad al extremo

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  3. Tremendo post!!! Toda una clase de historia sobre "le rouge"!!
    Gracias a los hermanos Guerlain y después a Elisabeth Arden por tan preciado invento, eso de pintarse los labios, uno de los máximos placeres femeninos por excelencia y que como todas y me sumo, recordamos la primera vez que nos pintamos los labios y bien cierto es que te atrapa para siempre.
    Bellísimo post, toda una obra de arte!!
    Besossss

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  4. Como siempre querida Mistress Roxy, decirte que estoy completamente en lo que dices. En una sissy, una de las cosas que nunca olvidará en su vida es la primera vez que tiene la suerte de pintarse los labios, es un momento tanto o más especial que la sensación que sentís vosotras al experimentar tan maravillosa sensación.
    Besosss y feliz 2016!!! muacssss muacsss

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    1. Yo creo qe es mas especial en las chicas cross que en las mujeres biologicas. Es, en primer lugar, un acto de VALOR. Y en segundo lugar, es entregarte al placer

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  5. Que bien describe Mistress el poder de algo en apariencia tan simple. Para nosotras una vez que lo has probado ya no hay vuelta atras, junto con las medias y los tacones puede que sea el simbolo por excelencia de las cross ademas de las mujeres claro que como muy bien indican lo utilizan como un objeto de poder y no como algo sometido a la cultura machista. El lapiz de labios es algo femenino en si mismo. Besos.

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