jueves, 3 de octubre de 2013

Halloween sado, sensual y femenino


Angelina Jolie, embrujada





I don’t need to dress up. Halloween is every day of my life.

Keith Richards, 31/08/1994, (onstage in Oakland, USA).                                                                                                                                                                      

   Halloween en mi vida argenta no representaba nada más que algo gringo importado hasta que fui adentrandome en la historia de las tradiciones y su contenido pagano. Me di cuenta que todos los pueblos necesitan de un Halloween, llámese como se llame. Lo primero pasa por la aceptación de la existencia de un espiritu del mal, algo oscuro, algo implicitamente vivo que se resiste a morir, la libido, lo oscuro de desear lo indefectiblemente deseable. Así como no hay una historia única sino que cada uno lleva la suya a cuestas, todos llevamos un Halloween personal que descubrir, celebrar y expiar

   En algunos de nosotros el espiritu de Halloween es muy intenso. No se reduce a un premeditado encuentro anual sino a periódicos estados de paganismo erótico  que superan toda la moralina almacenada en los cánones de los libros sobre la sexualidad de los vivos para anclarse en el prohibido placer del más allá. El sádico Marqués y la Venus de Masoch, la osadía de Marlene y el andar de Catwoman, la inocencia sissificante que transmiten Marilyn y Caperucita Roja, el arte audiovisual de la expresión de Madonna y la carcajada del Joker. Y por supuesto, en primerísimo plano, mi más amada sonrisa de Bettie Page. Es como si estos elementos envenenados nacidos bajo el estigma de cientos de sacrilegios surgieran en la vida real de alguna forma u otra en cada sesión, en cada encuentro, en cada texto y comentario de este blog, en cada contacto escrito con mis conocidos foreros o facebookeanos. 

   La noche pone su gracia y tiñe desde adentro Mi necesidad de conexión sádica con esa mínima parte de la humanidad que comprende que en esta vida, ésta, la única que tenemos, es donde realmente podremos expresar nuestro deseo por la sensualidad. Negar ese Halloween que se agita dentro de nosotros sería como conducirnos a la fiesta de los vivos, pero mirarla desde afuera. Pues Halloween se planta desde la anti-santidad, el duelo de lo anhedónico, desde el repudio a la norma inquisidora, una cristalización de los miedos internos. El temor  a caer en aquel peor de los pecados borgianos: el de no haber sido feliz. 

   Yo siento que este Halloween es Femenino. Es una historia altamente Persefonense, es Proserpina, es volver al Hades a través de un ritual tan pagano como seductor. Es conectarse con la tierra, para volver a ella purificados. Explorando mi espíritu sado, sensual y femenino, me encuentro con el ávido sentimiento de Halloween que vive en el otro. Es un camino que tiende a cerrar ciclos antes que mueran  y a abrir ciclos antes que den a luz. Es Stevenson reescribiendo a una Mistress Hyde de entre las piernas de Dr Jekyll.  Es vivir en naranja, negro y morado. Un Carnaval del carnaval. Un ponerle una máscara a la máscara. Un juego de roles que se la juega en la vida misma. Raros hasta la médula, los fetichistas rendimos culto a nuestro erotismo fuera de todo molde, lejos de todo oráculo, actores de la acción. Sin comernos el verso de tanto relato ficticio y tanto comercio con nuestras fantasías que se hacen realidad periódicamente y siempre con la mente en estado de celebración de las emociones sexuales.

   Porqué negarlo, nada nos alcanza, somos insaciables. Queremos siempre más. Buscamos vampiros para entregarnos voluntariamente, pues definimos nuestro estado vital como No doy más, Lo que daría por esto, Si no lo hago voy a morirme, Prefiero morir que vivir sin esto o aquello, entre tantos disparos al morbo enjaulado. Dejar fluir la gracia femenina, la curva peligrosa, el demonio de los ojos cerrados, el multiorgasmo, la risa muejejeje, el traje de lentejuelas, lo perverso del lenguaje, el charol de tacos altos, el fulgor de un escote pronunciado, el masoquismo, el triskel celta, la felina sensación sedosa de una espalda de mujer. Un Halloween sin duelos, una festividad del placer.

   Sado, Sensual y Femenino es Halloween. Mi vida es Halloween. Un mundo de caretas, noches, tratos, cultos, renaceres, trucos, endiosamiento, diabluras, cosechas. Los invito a que se reencuentren con su Halloween con esa víspera de su propia santidad. El rol somos nosotros. Cuando somos Halloween, somos Venus y el Marqués. Pues ser sado puede ser tu vida y el ser vainilla, esa disciplina que a veces hay que practicar. 





12 comentarios:

  1. Y eso que no habló del contenido BRUJERIL de la celebración; Milady...que es para comentar largo y tendido....

    nini

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  2. Me hs encantado este pit ¡felicidades!

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  3. MAGNIFICO!! Como siempre,High Class,sin bajar el nivel NUNCA.

    con afecto,respeto y sumision

    commendatore

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  4. Que puede decir una sissy? Halloween es su guia y su religion. BesosMistress.

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    Respuestas
    1. Una noche especial, UNA NOCHE SISSY...una festividad de los PLACERES.

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  5. Estupendo posteo Mistress! Me deja pensando en mi Halloween personal...mmm
    Saludos!
    Curiosa

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  6. Gracias por la presentación y los videos, por el relato y por la descripción de la mordida. Tu blog es genial.
    Te invito a que pases por mi espacio.
    Un abrazo,
    Luis Carlos
    Saudades da volta/colordelamadera.blogspot.com

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